Preparación financiera ante desastres

1. Separe ahorros para emergencias. Un fondo de emergencia es dinero reservado para gastos inesperados y emergencias financieras. Se recomienda que destine el equivalente a al menos 3 a 6 meses de gastos mensuales a sus ahorros para emergencias. Si bien no está en las posibilidades de todo el mundo, separar una cantidad para situaciones inesperadas puede resultar invaluable. Además, considere reservar una pequeña cantidad de efectivo en un lugar seguro de su hogar para compras de emergencia, en caso de que los cajeros automáticos y las tarjetas de crédito no funcionen, durante o después del desastre.
2. Reúna documentación. Ante un desastre natural u otra emergencia, la principal prioridad es la seguridad personal. Sin embargo, una vez pasado el peligro de daño, será muy importante acceder a copias digitales de documentos financieros y legales para iniciar el proceso de recuperación.

   Algunos ejemplos de documentación que debería recopilar son:

   • Prueba de identidad: una identificación con fotografía, pasaporte, certificado de nacimiento o tarjeta del seguro social
   • Información de la cooperativa de ahorro y crédito y de la cuenta bancaria: números de cuenta e información de inicio de sesión de la banca en línea
   • Constancia de titularidad o de ocupación: escritura de la propiedad y contrato de alquiler
   • Información de seguros: información de las compañías de seguros de automóvil, vida, inundaciones, propiedad o alquiler
   • Información médica: información de la compañía de seguros y registros médicos.
   • Documentos para mascotas: etiquetas de identificación, registros de vacunación y demás documentos médicos

   Ingrese en Kit de primeros auxilios para emergencias financieras de FEMA) para más información sobre recopilación de documentos. El kit está pensado para ayudar a personas y familias a recopilar y organizar información financiera, médica o de cualquier otro tipo que sea importante.

3. Digitalice y guarde su documentación de forma segura. A medida que se recopila su documentación, tome fotografías o escanéela y guárdela en línea en ubicaciones protegidas con contraseña, como un almacenamiento personal en la nube o un depósito de archivos. Asegúrese de poder acceder a estas ubicaciones desde cualquier dispositivo electrónico a través de Internet. Habilitar la autenticación de dos factores también proporciona una capa adicional de seguridad.
4. Mantenga su información y su documentación actualizadas. Le recomendamos revisar nuevamente su kit de primeros auxilios para emergencias financieras y su documentación, cada vez que haya modificaciones en su información o se emitan nuevas versiones de los documentos.
5. Asegúrese de comprender su seguro y de reevaluar necesidades y cobertura. Realizar un inventario del hogar es una excelente manera de mantener registros de sus activos y posesiones, antes de buscar o reevaluar un seguro de la propiedad. Es útil a la hora de proteger sus pertenencias e, incluso, puede servir como prueba de titularidad, en una emergencia o desastre. Llevar un registro fotográfico y recibos, junto con un inventario del hogar, ayuda a determinar la titularidad y el valor de la propiedad durante el proceso de reclamo del seguro.

Las inundaciones son el desastre natural más común del país. Tan solo 1 pulgada de agua de inundación puede causarle $25,000 en daños a su hogar.

De acuerdo con la encuesta nacional de hogares 2020 de la FEMA, solo el 22 por ciento de los hogares tiene una póliza de seguro contra inundaciones, mientras que el 77 por ciento tiene pólizas de seguro para propietarios o arrendatarios. La mayoría de las pólizas de seguro del propietario o arrendatario no cubren los daños a la propiedad por inundación.

1. Presente reclamaciones de seguro. Si su propiedad sufrió daños a causa de un desastre, recopile todos los números de póliza y comuníquese con su compañía de seguros para verificar la cobertura y comprender el proceso de reclamación. Además, haga una lista precisa de los bienes dañados y acompáñela con fotografías y vídeos. No deseche ningún documento hasta que se haya tomado su reclamación y que su aseguradora le confirme que no hay riesgo en hacerlo. Por último, guarde los recibos de cualquier compra, como alojamiento, comida o suministros de construcción, y presente las reclamaciones lo más rápido posible.
2. Encontrar y solicitar una asistencia ante desastres. La misión del Programa de Mejoras en la Asistencia por Desastres (DAIP) es brindarles a los sobrevivientes información, apoyo, servicios y un medio para acceder y pedir asistencia en catástrofes, a través de esfuerzos conjuntos de intercambio de datos entre socios federales, tribales, estatales, locales y del sector privado. Los programas de asistencia pueden proporcionarles a los sobrevivientes dinero y asignaciones para daños no asegurados, además de ayuda con necesidades de vivienda, comida y nutrición, o instalaciones de depósito.
3. Comuníquese con su administrador hipotecario, compañías de servicios públicos y demás acreedores. Usted sigue siendo responsable de sus obligaciones mensuales, incluso aunque sea víctima de un desastre. Llame a todos sus proveedores de servicios y acreedores y solicite opciones para reducir o retrasar los pagos para evitar una ejecución hipotecaria, una pérdida de servicio o informes negativos en su informe crediticio.
4. Tenga cuidado con los fraudes y las estafas. Los desastres repercuten en la salud mental, emocional, física y financiera de los afectados, lo que los convierte en blanco fácil de diferentes tipos de fraude. Visite el Centro de Prevención de Fraudes de la NCUA para obtener información útil sobre fraudes y estafas y cómo protegerse de ellos. También puede denunciar fraudes comunicándose con la línea de asistencia en caso de fraude del Centro Nacional para Fraude de Desastres llamando al 866-720-5721

Para más información sobre desastres y emergencias, visite el sitio ready.gov de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).